jueves, 22 de marzo de 2012

El maravilloso mundo de......"la consigna"

Si hay algo que un recepcionista tiene que decir a lo largo del día es sí, tenemos consigna.

Es un tema que me toca la moral especialmente y pensaréis, qué perra eres, qué poco cuesta guardar unas cuantas maletas... Pero es que no son unas cuantas. Como mínimo cada pasajero lleva una, si van dos por habitación y contando que el hotel tenga 100 habitaciones te estás viniendo a crujir 200 maletas. Y eso, queridos blogeros,  es un chárter con destino a México.

Hay un mal pensamiento entre los clientes más exigentes (también llamados capullos) que es que el hotel no tiene trabajadores, sino criados. Ellos cruzan la puerta de acceso al hotel y empiezan a pedir. "Que si tengo reservada la mejor habitación, quiero que de a la calle, que no sea calurosa, que sea tranquila, con cama de matrimonio y a ser posible espaciosa". Y tu te sientes en la obligación de ofrecerle el nuevo servicio " los negros que abanican".

Este tipo de cliente, ya de por si da por saco, pero el peor es el que quiere que le subas las maletas.

-Dónde está el mozo?
-Aquí la única moza soy Yo.
-Quién me sube las maletas?
-Pues tendrá que subírselas usted misma.
-Nadie me va a subir las maletas?
-No señora, si quiere un hotel que le lleven las maletas se va usted al Hilton.

En fin, es gente bastante especial. No soportan llevar encima sus propias pertenencias, qué le vamos a hacer. Pero eso es normal, si yo no les aguanto como les van a aguantar sus maletas que ya los conocen?

Luego tenemos al cliente que porculiza (porculizar es un palabro mio, viene de dar por culo). Es el típico cliente que normalmente viaja en grupo, lo que el grado de idiotez se ve aumentado. Este grupito te deja una maleta cada uno, y luego a parte quiere también que le guardes una bolsa de Zara dónde llevan un libro, las botas, calcetines y cositas de picotear. Esto es porque ahora van en chanclas pero piensan ponerse las botas para subir al avión. Cuando ya has guardado las 2 bolsas de cada uno (osea 15) y sigues atendiendo al siguiente cliente, vuelve uno de ellos y te dice que hoy hace fresco, que le prestes su maleta de nuevo que va a sacar la chaqueta. Tu te levantas, le abres la puerta de consigna, busca su maleta, la tumba, la abre, rebusca, se la pone, la cierra, no cierra, la apretuja, se sienta encima, la cierra, la levanta, la deja donde estaba y te da las gracias. Y antes de que cierres la puerta intentando darle en la boca te dice "uy perdona! casi me olvido del paragüas, déjame abrirla otra vez". Con el paragüas le abriría las tripas, por pesado.

Lo peor de todo el servicio de consigna no es guardar maletas, sino devolverlas. Tu las tienes todas recogidas y organizadas. Y cuando vienen a recogerla empiezan, "dónde está el baño? Es que me tengo que cambiar... " Y eso los que preguntan por el baño, porque hay otros más radicales que directamente se quedan en bikini en recepción. Esto se nota sobretodo en verano, cuando aquí estamos a casi 38 grados y en sus países están a 10 o 12. Se van disfrazados, el vaquero, las chanclas con calcetines, el plumífero la maleta, la bolsa de zara con las botas dentro y un color gamba a la plancha en la cara que da gusto.

En fin, sed benévolos!

Saludos
Recepcionista




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