domingo, 6 de enero de 2013

Las navidades son lo peor

Hacía mucho que no escribía pero es que, aunque empecé muy fuerte porque tenía mucha mierda escondida dentro de mi, este blog sirve muchisimo como bolsa para vomitar. Por eso debo de ser muy exigente a la hora de postear.

 Estas navidades no han dejado demasiadas anécdotas que comentar, alguna muy fuerte (como siempre demostrando la idiotez de la espécie humana) pero nada grave. Para empezar diré que no entiendo a la gente que viaja en las vacaciones de Navidad. Entiendo eso si, a las personas que tienen familia en otras ciudades y vienen a visitarlas y para ello se alojan en un hotel. Pero no entiendo a los holandeses, alemanes, europeos varios, vaya, que viajan en Navidades sin otra intención que dar por el mismísimo culo.

Empezamos con el dia de Nochebuena, no hay manera de hacerles entender que ningun restaurante abre esa noche para cenar y que todo (everything means everything) cierra pronto.
-¿Me recomiendas un restaurante para cenar?
-No hay nada abierto esta noche
-Algo habrá
-No, nada
-Puedes intentarlo?
-Claro!
7 llamadas de telefono infructuosas después se convence de que nadie abre.
-Pues iré a Mercadona a comprar la cena
-De acuerdo, pero dése prisa que Mercadona cierra pronto hoy
-¿También mercadona? ...
-Si, es que tenemos la manía de cenar en familia oiga!

El dia de Navidad la cosa no mejora, parece que lo ideal para el turista europeo es salir de "shopping".

-La zona de compras por aqui cerca?
-Hoy está todo cerrado
-Todo?
-Todo
-Alguna tienda habrá abierta...
-No, todo cerrado
-Pero...
(Matadme por favor)

Eso se repite dia tras dia, y la cosa empeora si después de Navidad viene un Domingo o algo por el estilo. Todo son quejas y mal humor, pero yo no tengo la culpa de que no tengas familia y te guste viajar en Navidad...

En definitiva, que las Navidades son para estar en casa comiendo como marranos. Y por favor, si os decimos que algo está cerrado creednos, no nos gusta repetir las cosas hasta la saciedad.

domingo, 17 de junio de 2012

Perdona mi pregunta pero, ¿eres idiota?

Hacía mucho tiempo que no escribía. Pero hoy vengo con artillería pesada. Estoy pasando un día especialmente cansino, preguntas idiotas formuladas por gente más idiota aun, repetir una y otra vez las cosas porque la gente es imbécil, ya me entendéis...

Una regla básica cuando haces una pregunta es escuchar la respuesta.

Situación 1:

C-La plaza del Ayuntamiento donde está?
R-Saliendo a mano derecha llegará en 5 minutos
C-Entonces aquí a la izquierda en seguida llego no?
R-No, es saliendo a mano derecha.
C-Pero a mano derecha donde?
R-Qué pasa que eres manco y sólo tienes mano izquierda?

Situación 2:

(Nota: En el hotel hay dos escaleras, una que lleva al primer piso y otra que baja al sótano)
C-El baño?
R-Bajando las escaleras, en la planta de abajo.
C-Subo por aqui?
R-Señora he dicho bajando a la planta de abajo, la vejiga le presiona el tímpano acaso?

Esto nos lleva a una única explicación posible. El cliente escucha lo que le sale del pijo.

Luego están los clientes acosadores. Son aquellos que te siguen allá donde tu vas y si se te cae el boli al suelo y te agachas ellos también se agachan, porque mola mucho.

Tu vas a consigna a guardar un equipaje y decides aprovechar para ir al baño. En ese momento un cliente te intercepta en medio del hall con un mapa en la mano preguntándote  unas cositas y tu le dices que vaya al mostrador, que le atiendes en seguida. El cliente lo que ha oido es "sígueme que voy a mear y me vas a ayudar a bajarme los pantalones"



Para rematar quiero cerrar esta entrada con un consejo y una anécdota graciosa que realza el idiotismo humano.

Mi consejo de hoy es que no seáis cansinos, ni impertinentes, No tengáis prisa, el recepcionista no se va a ningun sitio (ojalá). No se escapa ni se esconde. No le persigáis por la recepción como si fuera un bebé porque probablemente esté ocupado. Si tenéis alguna preferencia en cuanto a habitación elegir sólo una y pedirla, pero pedirla una sóla vez y sin exigir nada, que sólo salís perdiendo vosotros.

Por poneros un ejemplo. Recibí un email de una clienta que pedía (3 semanas antes de su llegada al hotel) habitación en un piso alto, con cama de matrimonio, exterior, silenciosa, bonita, con balcón, bañera, albornoz y plaza de aparcamiento. Esto es un error porque ya para empezar pienso que esta tía está loca y que sólo por lo pesada que es no le voy a dar nada de lo que me pide (somos así de cabrones). Yo, en los comentarios de esa reserva puse que la cliente era muy exigente y que quería habitación con bañera (considero que es el único requisito importante de todo lo que pide, porque parking no tenemos así que está jodida), por lo que las demás peticiones las ignoré. Le contesté al email muy educadamente diciéndole que en la medida de lo posible intentaríamos satisfacer sus necesidades ( o lo que es lo mismo, que flipas en colores bonita). La clienta me dió las gracias y ahí quedó la cosa. Pasaron un par de días y cual es mi sorpresa cuando recibo una llamada de la señora pidiéndome lo mismo que por email como si ella jamás se hubiera puesto en contacto con el hotel. Yo la identifiqué al momento y le dije lo mismo que por email. Pero los comentarios de la reserva los cambié para poner algo así: "OJO ESTÁ MUY LOCA, NO HACER CASO A NADA DE LO QUE DIGA. PIDE MÁS QUE HACIENDA". Moraleja? Si se hubiera callado y en el mismo registro me comenta sus necesidades habría conseguido más que poniéndose cansina.

Y la anécdota graciosa que os quería contar es la siguiente:

C-Dónde está el complejo realizado por Salvador Cantiglione?
R-Perdone? No se que complejo es ese...
C- Si, es muy famoso por aquí, ha hecho muchos edificios. Es mi arquitecto favorito. Soy muy fan.
R-No sé de quién me habla. Lo siento mucho.
C-Si mujer, que ha hecho un puente en Venecia también. Es que es conocido en todo el mundo....
R- Entonces se refiere usted a Santiago Calatrava? Si que es fan eh? Es tan tan fan que no conoce ni su nombre... (Es el cliente de la providencia, providencia que tengo que tener para saber de qué me están hablando...)

Besitos y recordar, no seáis cansinazos...

lunes, 23 de abril de 2012

Tipos de clientes Capítulo 1

Sabía que llevaba tiempo sin postear, pero no me había dado cuenta que hace más de un mes que no lo hago. La verdad es que volver a pasarme por aquí es consecuencia del día tan asqueroso que he tenido. Me he acordado mucho de este blog, sobretodo de su titulo. Porque aquí, como en todos los trabajos, hay días de mierda. Lo que pretendía ser un chulisimo día de sol y libros (feliz día del libro, por cierto) ha acabado siendo un despropósito tras otro.

No os voy a dar detalles de lo ocurrido, pero mi experiencia de hoy me ha recordado otro tipo de cliente que aun no os he comentado.

EL CLIENTE MENTIROSO:

El cliente mentiroso es aquel que miente en recepción con el objetivo de pagar menos o recibir algún tipo de beneficio. Este tipo de cliente ya se le ve venir de lejos, por ejemplo, te llaman preguntando el precio de una habitación para el día 01 de Junio y tu le dices que vale 100€. Al momento él te contesta que lo está viendo en Internet más barato (esto, la mayoría de las veces es mentira, ya que si realmente estuviera más barato ya lo habría reservado). Entonces le preguntas cual es la pagina web donde lo ve más barato y no se acuerda, y si se acuerda tu te metes y efectivamente, la habitación para el día 01 de Junio vale 100€.

Pero un cliente mentiroso no tiene porqué delatarse tan pronto. Está el cliente que en el momento del check-in se las da de listo.
-"El precio incluye el desayuno"
-No, es en régimen de sólo alojamiento
-"Por teléfono me dijeron que lo llevaba incluido"

Estos son los llamados "medijeron-mecontaron-meprometieron"

A lo largo de la estancia suelen darse casos de clientes que mienten, pero no son muy comunes.

Cuando más "florece" este tipo de cliente es a la hora de pagar la cuenta. La que no falta en el dia a dia es el "el desayuno no es gratis?, si lo llego a saber no desayuno. Pues yo he leído en algún sitio que era gratis.Esto deberían haberlo avisado porque ahora me cuesta un montón la factura. Apenas nos hemos tomado un café y un bollo." Y perlas de ese tipo.

También tenemos la estrella de la corona: " No, no he tomado nada del minibar, debe ser un error. Es imposible que me haya bebido 7 coca colas y me haya comido 9 toblerones. No no, esa factura no es mía, yo no te la pago".

Pero la que sin duda más rabia me da, es cuando un cliente dice que el recepcionista le ha dicho... Por ejemplo, me ocurrió una vez que a última hora de la noche me viene el cliente con el cuento de que el avión le sale al día siguiente tarde y bla bla bla, lo de todos los días. Me pregunta si se puede quedar en la habitación hasta las 18.00 y le digo que no, que a las 12 ahueque el ala. El cliente me dice que ok y se larga. Al día siguiente, a primerita hora baja a mi compañero y le dice que dejará la habitación a las 18.00. Mi compañero, patidifusoespoco, le dice muy amablemente que  la hora de salida es a las 12.00. Ni corto ni perezoso, el cliente le responde " ayer le pregunté a tu compañera y me dijo que no había ningún problema". Lo que el cliente no se esperaba es que aquí la susodicha doblaba turno y estaba detrás, en el cuartito tomándome un café. Yo salí al escenario y le dije, muy amablemente también, que le iba a crecer la nariz. Tuve suerte de estar delante, sino  habría seguido en sus 13 y mi compañero, ante la duda de si hacerle caso  al cliente o no, habría acabado por ceder, y eso es algo que nunca hay que hacer con un mentiroso.

En fin, las mentiras ya de por si dan asco, así que imaginaros si una mentira puede condicionar vuestro día de trabajo.

Y con esto y un bizcocho...

Recepcionista!

jueves, 22 de marzo de 2012

El maravilloso mundo de......"la consigna"

Si hay algo que un recepcionista tiene que decir a lo largo del día es sí, tenemos consigna.

Es un tema que me toca la moral especialmente y pensaréis, qué perra eres, qué poco cuesta guardar unas cuantas maletas... Pero es que no son unas cuantas. Como mínimo cada pasajero lleva una, si van dos por habitación y contando que el hotel tenga 100 habitaciones te estás viniendo a crujir 200 maletas. Y eso, queridos blogeros,  es un chárter con destino a México.

Hay un mal pensamiento entre los clientes más exigentes (también llamados capullos) que es que el hotel no tiene trabajadores, sino criados. Ellos cruzan la puerta de acceso al hotel y empiezan a pedir. "Que si tengo reservada la mejor habitación, quiero que de a la calle, que no sea calurosa, que sea tranquila, con cama de matrimonio y a ser posible espaciosa". Y tu te sientes en la obligación de ofrecerle el nuevo servicio " los negros que abanican".

Este tipo de cliente, ya de por si da por saco, pero el peor es el que quiere que le subas las maletas.

-Dónde está el mozo?
-Aquí la única moza soy Yo.
-Quién me sube las maletas?
-Pues tendrá que subírselas usted misma.
-Nadie me va a subir las maletas?
-No señora, si quiere un hotel que le lleven las maletas se va usted al Hilton.

En fin, es gente bastante especial. No soportan llevar encima sus propias pertenencias, qué le vamos a hacer. Pero eso es normal, si yo no les aguanto como les van a aguantar sus maletas que ya los conocen?

Luego tenemos al cliente que porculiza (porculizar es un palabro mio, viene de dar por culo). Es el típico cliente que normalmente viaja en grupo, lo que el grado de idiotez se ve aumentado. Este grupito te deja una maleta cada uno, y luego a parte quiere también que le guardes una bolsa de Zara dónde llevan un libro, las botas, calcetines y cositas de picotear. Esto es porque ahora van en chanclas pero piensan ponerse las botas para subir al avión. Cuando ya has guardado las 2 bolsas de cada uno (osea 15) y sigues atendiendo al siguiente cliente, vuelve uno de ellos y te dice que hoy hace fresco, que le prestes su maleta de nuevo que va a sacar la chaqueta. Tu te levantas, le abres la puerta de consigna, busca su maleta, la tumba, la abre, rebusca, se la pone, la cierra, no cierra, la apretuja, se sienta encima, la cierra, la levanta, la deja donde estaba y te da las gracias. Y antes de que cierres la puerta intentando darle en la boca te dice "uy perdona! casi me olvido del paragüas, déjame abrirla otra vez". Con el paragüas le abriría las tripas, por pesado.

Lo peor de todo el servicio de consigna no es guardar maletas, sino devolverlas. Tu las tienes todas recogidas y organizadas. Y cuando vienen a recogerla empiezan, "dónde está el baño? Es que me tengo que cambiar... " Y eso los que preguntan por el baño, porque hay otros más radicales que directamente se quedan en bikini en recepción. Esto se nota sobretodo en verano, cuando aquí estamos a casi 38 grados y en sus países están a 10 o 12. Se van disfrazados, el vaquero, las chanclas con calcetines, el plumífero la maleta, la bolsa de zara con las botas dentro y un color gamba a la plancha en la cara que da gusto.

En fin, sed benévolos!

Saludos
Recepcionista




domingo, 4 de marzo de 2012

Objetos olvidados

Ya hace días  una amiga me pidió que escribiera un post sobre los objetos olvidados de los clientes. Hay un dicho entre nosotros que dice: " dime que te olvidas y te diré cuánto vales".

Cuando vamos a un hotel a dormir suele ocurrir que nos dejamos objetos en la habitación. A veces intencionadamente, como prendas de ropa muy usadas que queremos tirar o incluso productos de higiene, que con las restricciones de líquidos de los aviones es muy común comprar el champú y el gel en la misma ciudad dónde nos vamos de vacaciones. Luego, claro, hay que dejarlo.

Pero luego están los objetos olvidados sin querer. En los hoteles se dejan los clientes de todo. Ropa en el armario, esponjas en el baño y cargadores conectados al enchufe es lo más común. Cosas que no están a la vista y cuando damos un repaso rápido no las vemos. Lo normal es, que si quieres recuperar esos objetos contactes con el hotel en un plazo no superior a 6 meses, y corras con los gastos de envío si quieres que te lo enviemos a casa. (Si te esperas mucho pueden pasar dos cosas, que lo tiremos a la basura o que la chica de la limpieza que lo encontró se lo quede, eso es así y siempre ha sido así).

Luego siempre están las situaciones surrealistas que no se entienden. Recuerdo una ocasión que se dejaron una dentadura postiza en el vaso del baño y jamás llamaron para reclamarla. Alucinante. O medicinas que cuando te lees el prospecto ves que son para cardiopatías graves y averiguas que son muy caras. Tenemos almacenados teléfonos moviles que nadie ha reclamado, anillos de oro, pasaportes (que con los pasaportes piensas, ¿como piensas abandonar España hijo de mi vida?) incluso llaves de coche. También se dejan cámaras de fotos, ordenadores, etc. En definitiva, que no se dejan la cabeza porque la llevan cogida.

El problema viene cuando aseguran haberse dejado algo, no lo han hecho y te acusan de quedártelo. Esta semana pasada, sin ir más lejos, una clienta que esa misma mañana había dejado el hotel aseguraba que en el enchufe de al lado de la cama se había dejado el cargador de la Blackberry. La mantuve en espera mientras alguien iba a comprobarlo y no había nada. Pero nada de nada. Y la señora erre que erre. Al final, cuando la conversación ya estaba cogiendo una temperatura desagradable me dice "oye mira, déjalo, que acaba de aparecerme debajo de unos papeles". Otra clienta, hace ya años, nos acusó de haberle robado un par de pendientes de diamantes, era extranjera y tuve que traducir los gritos entre ella y la Gobernanta. Ella decía que los había dejado dentro de la maleta cerrada con candado, y que ya no estaban. Luego nos enteramos que lo que quería era que el seguro del hotel le pagara los pendientes, vamos, el timo de la estampita. Hay gente muy lista en todas partes.

Pero también hay gente muy tonta. Me contaba el otro día un amigo de oficio que en su hotel se dejó un cliente la bolsa de aseo. Ni corto ni perezoso llama desde Italia pidiendo que se la envíen de vuelta. El cliente no quería hacerse cargo de los costes de envío y acusó al hotel de querer quedarse con la bolsa de aseo. Tanto insistió con la importancia de recibir la bolsa que al final la abrieron y dentro no había más que los amenities del hotel. Todo lo que había dentro era obsequio del hotel!! Con razón no quería pagar los gastos. Otro día recuerdo que una clienta quiso que le enviáramos un lápiz de ojos porque era de Chanel y valía mucho dinero. Cuando tuve el lápiz en la mano para enviarlo estaba tan gastado que cabía en la tapa de un boli. Otra chica quería que le enviáramos la mascarilla de pelo porque era especial y muy cara. Yo me esperaba un bote de farmacia pero era un bote de Pantene. En fin, gente que no sabe sumar y no se da cuenta que le cuesta más el envío que lo que han olvidado.

El caso más fuerte y sonado que hemos tenido fue el de un cliente que se dejó una pistola debajo de la cama. Tuvimos que llamar a la policía nacional y resultó ser un policía de vacaciones que se la había olvidado. Que también digo yo, ¿debajo de la cama? ¿Hace falta?

Después de todo, los mejores objetos olvidados son las revistas y los libros, de esos tenemos para montar una biblioteca.

Un besín
Recepcionista



martes, 14 de febrero de 2012

Leer antes de reservar...

Un paso básico que hay que hacer antes de decidirte a reservar un hotel u otro, es conocer los servicios que ofrece el hotel y escoger el que más se adapte a tus necesidades. Por ejemplo, si para ti es muy importante el deporte puedes buscar un hotel que tenga gimnasio. O si buscas relajarte, hay muchos hoteles que tienen Spa. A todos nos ha pasado alguna vez estando de vacaciones que has llegado al hotel y has visto que había piscina. Y tu sin bañador. Me cachis! O llegas al hotel y ves que hay pistas de tenis, y tu sin raqueta...Cagonlamar... Eso, queridos lectores, son errores normales. Es un descuido y cuando nos pasa la primera vez ya no nos vuelve a pasar. Al año siguiente eres más previsor y te informas a fondo de las características del hotel.

El problema viene con los clientes que idealizan al hotel y le atribuyen instalaciones que no tienen. Véase los siguientes ejemplos como la vida misma (sabéis que no miento, así que por favor, no dudéis de mi fiabilidad):

Ejemplo 1: (clientes que no se fían de lo que les dices)
-¿En qué piso está la piscina?
-Disculpe pero en nuestras instalaciones no disponemos de piscina.
-¿Como que no? Yo la vi en vuestra página web...
-Pues debió confundirse porque nuestro hotel no tiene piscina
-Pero yo me he traído el bañador
-Pues lo siento mucho
-Pues vaya faena... Y un hotel por aquí cerca con piscina?


Ejemplo 2:
-Hola buenos días, tengo una reserva pero es que tenemos el coche aquí mal puesto. Dónde podemos aparcar el coche?
-Nosotros no tenemos parking
-Que no tenéis parking?
(Que ganas de oírme repetir las cosas)
-No, no tenemos parking
-Pues yo vi en Internet que teníais parking (Internet ha hecho mucho daño)
-Pues no, no tenemos
-Pues aquí al lado hay un parking
-Si, pero no es nuestro
-Como no va a ser vuestro si está aquí al lado
-Aquí al lado también está la Fnac y no es nuestra
-La Fnac tiene parking?
-No, no tiene parking
-Entonces este parking de aquí al lado se puede usar?
-Si, aparque ahí. Le cuesta 18€ el dia
-Vaya robo. Seguro que no tenéis parking?
-Tan segura como que ya me has caído mal y te voy a dar la peor habitación que tengo, pedazo de idiota!

Ejemplo 3:
-Hola perdona, es que la habitación que me has dado no me gusta
-Qué le pasa?
-Pues es que las vistas son feas
-Pues es que puede elegir, a la calle o interior
-Pero es que yo reservé habitaciones con vistas al mar, y esta habitación no tiene vistas al mar
-Disculpe pero, estamos a 7 Km del mar. Como comprenderá no hay habitaciones con vistas al mar.
-Pero yo quiero despertarme con la brisa del mar
-Y yo te quiero ahogar en el agua del mar pero no se puede tener todo en esta vida

Ejemplo 4:
-Hola perdona, tienes una báscula?
-Pues no, ahora mismo no tengo ninguna báscula.
-Y dónde puedo pesar la maleta? Es que creo que pesa demasiado
-Pues en la farmacia la puede pesar
-Y tu no tienes báscula?
-No de verdad, no tenemos báscula.
-Pero es que en la farmacia cuesta dinero
-¿Y si yo tuviera báscula quien te ha dicho que iba a ser gratis pesar tu maleta?

Ejemplo 5: (Este es un caso particular de los ingleses y Japoneses)
-No encuentro la tetera en la habitación
-No la encuentra porque no la hay
-Y si quiero tomarme un te qué hago?
-Le podemos subir un te del bar a su habitación cuando lo desee.
-Pero me lo cobráis?
-Se le cargaría a la habitación
-Pero si tuviera tetera en la habitación sería gratis.
-Pero es que no hay tetera
-Y no me puedes traer una?
-Si te llevo una tetera será para darte con ella en la cabeza, así que no me tientes...

Ejemplo 6: (Para ejecutivos y viajes de negocios)
-Hola buenas, necesito una plancha
-No tenemos planchas a disposición de los clientes, pero puede hacer uso de nuestro servicio de planchado
-No, si yo quiero sólo la plancha, así le doy un planchadito rápido a la camisa
-Ya le digo que no podemos prestarle una plancha
-Pero si es un momentín
-Lo siento, no es posible
-Qué cuesta planchar la camisa?
-X euros
-Joder! Va, pues planchármela que la necesito en 5 minutos
-En ese caso es servicio express, le costará 2 veces X euros
Me encanta joderle la vida a los Snobs.

Ejemplo 7:
-Hola mira, se me ha acabado el tabaco, puede subirme alguien un paquete de Marlboro?
-Lo siento, no ofrecemos ese servicio
-Va, pero si es un momentín, cruzas la calle al estanco y me lo traes
-No lo siento mucho, si desea comprar algo fuera del hotel deberá hacerlo usted mismo
-Venga mujer, que no te cuesta nada, si desde mi habitación se ve el estanco
-Pues puedes probar a tirarte por la ventana para comprarlo, a ver si hay suerte y te rompes las piernas, pedazo de C......liente....

Ejemplo 8: (Esto, por suerte, no me ha ocurrido a mi, suele ocurrirle más a los compis de la noche, pero es tan verídico como todo lo anterior)
-Hola buenas, me llamas una puta?
-Perdón?
-Que si tienes por ahí el numero de alguna prostituta
-Pues la verdad es que no. Aquí en recepción tiene la prensa, puede usar algún contacto que aparece en ella
-Que va, yo prefiero alguna de confianza, que sepas tu que está bien. Me recomiendas alguna?

Y con esto amigos, os deseo que paséis una feliz semana y pensar que siempre hay trabajos peores que los vuestros, como por ejemplo, el de atención al público.


Besines
Recepcionista


domingo, 5 de febrero de 2012

La primera colaboración que me hacen...

Hace un tiempo ya, de casualidad, conocí a una chica maja a más no poder (aunque eso le viene de familia) que, casualmente simpatiza mucho conmigo ya que ella ha trabajado siempre en la atención al público. Continuamente hablamos de la crueldad de este sector, de lo mal pagado que está (porque no tiene precio) y de los horarios tan esclavos a los que nos vemos sometidas. Pues bien, cuando abrí este blog a ella le encantó (supongo que el gritar a los 4 vientos la inutilidad humana es algo que nos atrae a muchos) y le pedí que me escribiera una entrada para el blog. Ella ha escrito la entrada y creo que os va a gustar mucho. Está especializada en lo suyo, que es la atención al público en librerías. Espero de corazón que ninguno os veáis reflejados en sus argumentos. Y sin más aquí os añado el POST DE EUGENIA:


Existe un antes y un después en la vida de todo librero, en realidad, en la vida de cualquiera que trabaje en atención al cliente. Yo creo que cuando Wilde escribió eso de: “Cuanto más conozco a las personas más quiero a mi perro” lo hizo después de pasar una temporada trabajando cara al público.
Y la pregunta es : ¿Por qué? ¿Por qué nos convertimos en seres abominables como clientes cuando luego como vecinos todos dirían de nosotros : “ehh uhmmm pues era buena persona, pagaba todos los recibos de la comunidad”?
Tanto tiempo tras un mostrador me ha permitido hacer mi propio y personal estudio antropológico descubriendo múltiples tipos de clientes. Ahí van algunos:
El gilipollas integral: se define por una marcada tendencia a tocarte las pelotas ya básicamente con su simple aparición. Molesta y punto.
El librero en prácticas: este vendría a ser aquel que pretende saber más que tú. Las propias preguntas que te hace se las autocontesta: “Si, lo tienes en stock”, “ Lo ví en aquella estantería”, “No, no, ahí no está, está en esa mesa”,”No, pero sácame uno más nuevo de los que tienes en el lineal”. Si sabes tanto para qué me preguntas/molestas……TONTO DEL CULO!
El que se metió tiempo atrás un palo por el culo y no puede sacárselo: todo aquel cliente ansioso por demostrar su gran intelectualidad, su amplia y vasta cultura y su saber en literatura en un intento no de compartir su sabiduría contigo sino de quedar por encima de tí….Es entonces cuando uno saca los superpoderes del librero: “Ejem, pues cuando estuve en La Sorbonne haciendo mi tesis de literatura comparada centroeuropea y norasiática en la época del Imperio Austrohúngaro” ZAS EN TODA LA BOCA!!! es tan placentero ver su cara de :” A ver, mapa mental de Asia, ¿Qué país dice?...a ver, y esto del imperio, ¿what???..ehhmmm, pues, muchas gracias por todo,eh, gracias” “De nada, un placer, vuelva pronto”
El clasista: siempre los hay que consideran a los vendedores como gente sin estudios muertos de hambre. “No, de ese autor no tenemos nada” “Pero, ¿Seguro que lo has escrito bien, mira que se escribe con V, te lo deletreo?” No, gracias, e imbécil se escribe sin H y se deletrea I M B É C I L.
El narcisista: aquel que se cree tan importante que saca a relucir a la mínima sus méritos en la vida.“Mira, es que soy abogado y estoy buscando un libro.” “Hola, estaba buscando un libro, es que soy arquitecto, ¿sabes?” Pues, no, no lo sabía pero, vamos, que me importa tres pimientos.
Este tipo es una combinación de otros dos: El librero en prácticas que se metió tiempo atrás un palo por el culo y no puede sacárselo: “Hola, sí, vengo buscando el último de Tolstoi” “Glup, glup,….bueno, último, último, tampoco es que haya publicado nada últimamente…” “Si, si, hombre, vamos..jejeje el último es Anna Karenina”…”GLUP, ahhh, dices una reedición” “No, no, de reedición nada, es el último que ha publicado, lo he visto en una revista” Bueno, teniendo en cuenta que el pobre Lev murió en 1910, dudo que haya publicado nada, pero, si tú lo dices…toma, Anna Karenina, de 1867…Lev desde su tumba te envía saludos….
El creyente: todo cliente que tiene un fe ciega en tus poderes paranormales para adivinar las cosas: “Estoy buscando un libro” “Perfecto, ¿cuál? “ No sé” DANGER, DANGER!! “Es así pequeño, rojo y es una historia de amor, ¿te suena?”. Evidentemente no….pero, vamos, que con esa información hemos reducido las opciones a unos 6000 libros.
El provocador: no es más ni menos que aquel que con un frase corta, contudente e inocente es capaz de aumentar tus niveles de bilirribuna: “Y ¿en qué formato lo quiere? ¿Normal o bolsillo?” “No sé, para leer” NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
El pedante idiomático: el clásico estudiante de idiomas que quiere demostrar cuán rápido avanza: “Estoy buscando un libro en inglés” “Dígame…” “A guachuveri veri garrrrrrrrrrrrr” “Perdone, ¿Me puede repetir el título?” Suspiro de impaciencia del fuck-client: “ A guachuveri veri garrrrrrrrrrrrrrrrrrr....” “Ajá, ahora ya, es que mi accent es más de Austin, Texas y claro,el de las Highlands escocesas no lo tengo tan controlado….CATETO!!!
El inventor de títulos: aquel cliente que te suelta los títulos y apáñatelas para descifrar qué quiere…Aunque hay que reconocer que se lo curran mucho e incluso a veces superan al original…El cuidador del campo (y buscaba: tachán! “El guardián entre el centeno”), La voz que no habla (“La voz dormida”), Los reyes juegan (“Juego de tronos”), En la playa con Kafka (“Kafka en la orilla”), El Cervantes del Quijote (bueno, para este, no tengo palabras), A lo mejor voy si tú vas (“Si tú me dices ven lo dejo todo”), Tela (“Seda”… tela, contigo, chavala!…), Buscando algo que he perdido (¿la neurona que tuviste alguna vez? “En busca del tiempo perdido”) ¿Para qué necesita un librero un Brain Trainning con desafíos como éstos?
El incapaz de asumir la realidad: esa clase de cliente que no es capaz de asumir que la vida es injusta a veces y no siempre encuentras lo que buscas. “¿Hola, tienes X?” “Pues, no, no queda” “¿Entonces no tienes ninguno?” Pensamiento del librero: Hablamos los dos castellano, no puede ser tan complejo entendernos.. no queda significa 0, nada, ninguno. Respuesta del librero: “No, ninguno, lo siento” “Pero, ¿ni siquiera en el almacén te queda alguno?” Estamos entrando en un bucle peligroso….Nooooo, has picado,bobo, en el almacén tengo uno guardado SÓLO para ti, sabía que vendrías a por él…. Arggggggggggh
     De este tipo existe la versión Noche de Reyes (es decir, 5 de enero a las 23’45h) “Vaya, no hay, y ahora ¿yo qué hago?” Mírame a la cara, ¿Notas que me importe algo?
El que necesita urgentemente renovar su certificado de escolaridad: “Mira, es que no paro de buscar y no encuentro la P, de Pérez Reverte” Claro, es que la P siempre estuvo detrás la O y antes de la Q, jamás detrás de la H.
El resto,que todavía que hay más tipos, los dejaremos para otro día….




Muchas gracias por tu participación!!! 

Porqué soy recepcionista?